lunes, 22 de mayo de 2017

Raúl Pont: entre la perplejidad y de la reconstrucción.



Raúl Pont: Entre la perplejidad y el desafío de la reconstrucción

El fundador y miembro de la Dirección Nacional del PT afirma que "existen algunas candidaturas como la del derechista Jair Bolsonaro, la de Marina Silva, o incluso la de Sergio Moro, el juez del Lava Jato, pero que no tienen apoyo partidario."

-¿Renuncia Temer?
–Las movilizaciones en Brasil ahora empiezan y terminan con #ForaTemer. Es un cuadro un poco incomprensible, porque hay una gran imprevisibilidad, y que ahora con estos acontecimientos parece muy difícil que Temer se mantenga en el gobierno. La presión popular en las calles, después de la divulgación de la Rede Globo de las grabaciones que, por procesos diferentes, van sobre Aécio Neves y el presidente, ambos en situación de corrupción comprobada, registrada con filmaciones y grabaciones en manos de la Policía Federal, deja al gobierno en una situación insostenible. Así, una clase media que salió contra el PT y contra Dilma, en este momento se encuentra perpleja y ahora marcha también contra el gobierno, porque su móvil es la corrupción, la limpieza del Estado, pero son cosas muy frágiles para hacer un programa de gobierno. 
–¿Se allana el regreso de Lula? 
–Lula se presenta hoy como un retorno de su proyecto y con eso está en primer lugar en todas las encuestas de opinión. Los representantes de la derecha, sea del PMDB o el PSDB no llegan a los dos dígitos en las intenciones de voto. Todos están muy mal, con tres, cuatro o cinco puntos de preferencia. Existen algunas candidaturas como la del derechista Jair Bolsonaro, así como la de Marina Silva, o incluso la de Sergio Moro, el juez del Lava Jato, pero que no tienen apoyo partidario ni organización, son solo figuras promovidas por la prensa que expresan un sentimiento de rechazo a la política, contra los partidos. En ese marco, Lula reaparece, no el partido, sino que es él el que regresa. 
–¿La crisis de los partidos afecta también al PT? 
–Sí, y es paradójico porque Lula está primero en las mediciones, pero todos los partidos políticos están mal vistos, inclusive el PT, que con el 11% de preferencias de voto es el mejor posicionado ante la situación del PSDB y el PMDB que rondan en el 5% y los otros ni aparecen en las encuestas. Nuestra capacidad de movilizar, organizar y atraer un bloque sólido es muy difícil, aunque es lo que estamos intentando ahora con el PCdB, PDT, PSol y Rede, para alcanzar un acuerdo para presentar un programa común, alternativo a esta derecha que está en el gobierno. 
–¿Es viable? 
–La situación objetivamente es muy buena, con la crisis del gobierno, ahora con el problema de la corrupción comprobada, pero el precio que pagamos por la masacre de dos años, que desarrolló la televisión y la prensa contra el PT, Lula y Dilma, y que afectó a toda la política. Así, hoy la derecha no tiene partido, no tiene un proyecto o un programa. Es insólito que la defensa de la industria en Brasil la llevemos nosotros y no los industriales que son cómplices del programa de especulación financiera que le saca al Estado miles de millones de dólares. 
–¿Y cuál sería una propuesta de programa? 
–Desde el movimiento Muda PT, estamos tratando de aprobar en el 6º Congreso Nacional, que será el 3 y 4 de junio en San Pablo, una posición más clara, de izquierda, de mayor compromiso y unidad con los movimientos sindicales, de la CUT y fuera de la CUT, de nitidez programática. Porque el partido con las crisis de corrupción, donde varios dirigentes fueron involucrados, la práctica que tuvieron Lula y Dilma de una gran alianza de gobernabilidad vía Congreso no sólo está agotada sino que es equivocada.

lunes, 8 de mayo de 2017

Hace rato que los argentinos disputan medallas en el Mundo. Entrevista a Han Chang Kim








"Hace rato que los argentinos disputan medallas en el mundo"

Hace 50 años, Han Chang Kim llegó desde Corea del Sur para imponer el taekwondo. Esta semana celebró el desembarco de una disciplina que en 2012 le dio un oro olímpico al país.



El Gran Maestro Han Chang Kim nació en el verano boreal de 1939 en la ciudad de Haolbin, en Manchuria, donde compartió sus primeros años con una numerosa comunidad coreana. La Segunda Guerra Mundial le enseñó el sufrimiento, el hambre y el desgarramiento de los afectos. Su personalidad perseverante le permitió lograr no solo el cumplimiento de la escuela secundaria sino que también pudo graduarse de licenciado en Relaciones Internacionales especializándose en idioma español. En 1967, decidió viajar a la Argentina con el objetivo de implementar aquella novedosa disciplina creada por el general Choi Hong Hi, quien había fundado la International Taekwon-Do Federation (ITF) el año anterior, para difundirlo en el extranjero, mientras que domésticamente regía la Korea Taekwondo Association.
En la actualidad, Han Chang Kim es el depositario de una fama ya legendaria: ha formado miles de alumnos, siempre en el marco del honor y la integridad, y el taekwondo se ha convertido así en una de las artes marciales que logró tal crecimiento que hoy es deporte nacional coreano gracias a la aprobación del Comité Olímpico Internacional celebrado en París en 1994. Y fue en Londres 2012 que Sebastián Crismanich alzó la bandera argentina, brillando su medalla de oro en lo más alto del podio.
El último 1 de mayo, el Gran Maestro Han Chang Kim dictó una clase para celebrar medio siglo de la disciplina en la Argentina, en la cual participaron más de cien instructores de la Asociación Argentina de Taekwondo Independiente dirigida por los maestros Fernando Abad, Jorge Priero y Mario Chariere. La jornada finalizó confirmando que el deporte es una fascinante forma de vida, un instrumento para alcanzar el equilibrio físico y mental, dando como resultado personas felices, seguras y triunfadoras, y haciendo presente aquella frase de Confucio: "No es más fuerte aquel que es capaz de vencer a los demás, sino aquel que es capaz de vencerse a sí mismo." 
–¿Cuál es el origen del taekwondo?
–El taekwondo lo inventó el general Choi Hon Hi. Pero en 1971, el presidente de Corea, Park Chun-hee, lo nombró deporte nacional directamente y no como arte marcial, como acá el fútbol. Así comenzó a difundirse en todos los lugares, porque antes estaba solo en gimnasios, como Chung Do Kwan, Song Moo, Moo Duk o Oh Du Kwan. Así se introdujo en los colegios (primario, secundario y universidad) e incluso en el servicio militar y el ejército. También hay muchas entidades y asociaciones que difunden la disciplina. Pero en 1973 se dividió, por diferencias ideológicas y políticas, y el general Choi se fue a Canadá con la ITF y Corea del Sur formó la World Taekwondo Federation (WTF), que lo promocionó más como deporte. Es aceptado en los Juegos gracias al trabajo de Un Yong Kim.
–¿El taekwondo tiene una base fuerte en el nacionalismo coreano? ¿Qué se siente al verlo dividida hoy y ubicado en el plano internacional?
–División, antes no había división. Después de la Segunda Guerra Mundial, hace 72 años atrás, cuando nos independizamos de los japoneses que nos dominaron por 36 años, al igual que parte del sudeste asiático e incluso China en esa época, después sin que quisiéramos se dividió el norte del sur, aunque no era voluntad nuestra. Era la decisión de cuatro potencias: Estados Unidos, Rusia, China y Japón, que al no tener mucha fuerza contra ellos debimos soportar. Desde el paralelo 38º hacia arriba dominaron los soviéticos y hacia abajo los norteamericanos. Esto todavía sigue, durante ya más de 65 años. Todavía no podemos voltear esa muralla de cuatro kilómetros que nadie puede pisar porque está minada. Es el único país del mundo que está así. Alemania yo no está dividida, y yo les preguntaría a ustedes si hay alguna respuesta buena para lograr la reunificación. Siempre sufrimos por esto. Creo que la política desune y el arte marcial nos une. A eso apostamos.
–¿Hubo cambios cuando el taekwondo se convirtió en deporte olímpico?
–Sí. El taekwondo no mostraba un gran desarrollo de patadas porque, como cualquier toque valía un punto, se apostaba a la patada lateral al estómago, más efectiva, y se dejaban las más difíciles. Eso hacía poco vistoso al deporte y casi nos eliminan de los Juegos Olímpicos. Posteriormente se modificaron los reglamentos, dando puntos variados según la técnica y su dificultad. Eso le permitió su permanencia. Pero hay competencia para ingresar, entre China con el kung fu y Japón con el karate. Como Corea es un país más débil, aún debemos seguir peleando. Quizás en el futuro se unifiquen todas las artes marciales.
–¿Y cuál es el balance del taekwondo en Argentina?
–Desde hace unos 50 años, muy pocas personas sabían del taekwondo en la Argentina, pero con Sebastián Crismanich la gente comenzó a tener interés por la disciplina. Esa medalla nos hizo mucha propaganda. Ahora, en la calle veo a los chicos con el dobok de ITF (no tanto con el de WTF, pero no importa) porque lo relevante es que sigan taekwondo. Todavía falta, porque dicen las revistas especializadas que desde 1967 a la fecha unas 500 mil personas pasaron por los Dojang (lugares de prácticas). Hay abuelos, padres e hijos; familias enteras están practicando taekwondo. Igual, no estoy conforme, siempre me quejo, digo que el 1,2% de la población argentina no es nada (risas). 
–¿Cómo se siente con esta conmemoración?
–Muy solitario, porque hace 50 años atrás tenía muchos compañeros y hoy muchos no están en estas tierras. ¡Es mucho tiempo! Desde la época en la que vine, los que se iniciaron conmigo, discípulos y alumnos, muchos están allá arriba, por eso me siento triste. Pero la vida es así, hay que aceptar sin protestar. Agradezco mucho a los argentinos por la difusión del taekwondo entre todas las artes marciales, como el yudo, el karate o el sipalki, porque veo mucha difusión en revistas, especialmente porque el taekwondo es más fácil de asimilar por principiantes que otras disciplinas. Lo cierto es que el fútbol es el deporte nacional en Argentina, pero las medallas se las da el taekwondo. Si bien en Corea el peor futbolista es Maradona, no pasa lo mismo en Argentina: hace rato que los argentinos disputan medallas a nivel internacional.
Se ve en Han Chang Kim un Sasonim (Gran Maestro) que transmite un alto nivel de sabiduría y superación, ejemplo imprescindible para las nuevas generaciones.
(*) IV Dan Taekwondo. Club Atlético San Telmo

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